Tenemos la creencia de que las empresas tienen la última decisión a la hora de cubrir las vacantes en sus puestos de trabajo, pero lo cierto es que cada vez hay más trabajadores empoderados, altamente cualificados y formados que también valoran distintos aspectos a parte del salarial a la hora de decantarse por una empresa u otra
La crisis provocada por la Covid19 ha precipitado y acentuado muchas cuestiones que estaban sobre la mesa pero que por inseguridad, inercia o por no salir de la zona de confort se iban postergando pero a la que actualmente las organizaciones tiene que hacer frente y dar un paso adelante si no quieren quedarse ancladas en viejos paradigmas. Temas como la digitalización, el teletrabajo, la importancia del talento, los liderazgos efectivos que generen confianza, las softskills o habilidades blandas son aspectos que cobran una necesidad imperiosa.
Un cambio de paradigma
Llevamos años hablando de los estilos de liderazgo, de la necesidad de pasar de un estilo vertical a un estilo horizontal, de fomentar el sentimiento de pertenencia de los trabajadores, de la necesidad de que la organización tenga bien definido su por qué y que lo sepa transmitir a sus trabajadores y cohesionarlos en torno a los valores de la empresa, de la cultura organizacional,… mucha teoría pero poca práctica ¿cuántas horas destinan la mayoría de las empresas a la formación?
Uno de los sectores más castigados por esta crisis es el de la hostelería y Domènec Biosca Vidal, Presidente de la Asociación de Directivos y Expertos en Empresas Turísticas afirma: “El cliente quiere superar el estado de miedo personal, familiar y profesional, y empezar el camino de la nueva felicidad. Para conseguirlo, necesitaremos todos toneladas de formación de las dos grandes asignaturas pendientes: la inteligencia emocional, que nos ayudará a desarrollar la resiliencia, la resistencia, la empatía y la asertividad que nos darán fuerza para ser positivos, proactivos y posibilitas… y la inteligencia racional, con la serenidad y la responsabilidad de la experiencia convertida en innovación y la capacidad de influir, potenciando nuestra orientación a las soluciones prácticas”.
Directivos de diversos sectores están en la misma línea que Doménec Biosca. Las organizaciones tienen que repensarse, escuchar más las inquietudes del cliente, ofrecerle soluciones y anticiparse a sus necesidades. Sólo así podrán generar confianza en sus clientes y vincularlos. Y para ello se necesita liderazgo y talento.
Actualmente, en las intervenciones que he realizado en distintas empresas, me he encontrado con muchos equipos desmotivados, sin formación en las habilidades comunicativas y emocionales para empatizar con el cliente y crearle una experiencia satisfactoria, con poca autonomía para aportar sus ideas, con poca comunicación entre los distintos departamentos,…Diagnóstico: Falta de liderazgo y fuga de talentos.
El trabajador también decide en qué empresa quiere trabajar
En una economía globalizada y con gran competitividad, los trabajadores, sobre todo los altamente capacitados y formados no sólo académicamente sino también en softskills, tienen mucho qué decir en una entrevista de trabajo.
El talento es necesario e imprescindible para la eficiencia, rentabilidad y productividad de la organización y ellos lo saben.
Según Josep Ginesta, director del Área de Personas de la UOC, «la retribución emocional logra un círculo virtuoso donde el sentido de pertenencia y el compromiso son los grandes ganadores, y por ende la evolución de la organización que apuesta por su inversión».
¿Qué es lo que busca el trabajador talentoso a la hora de escoger la empresa?
Aunque el salario es un aspecto a tener en cuenta, no es el único pues estos trabajadores valoran mucho la flexibilidad, la autonomía para organizarse el trabajo, la facilidad para conciliar, el reconocimiento a su trabajo, la ayuda a la formación profesional y promoción. Por tanto, ponen mucho el foco en el salario emocional.
Son trabajadores empoderados, conscientes del valor que aportan a la empresa y, por lo tanto, también exigentes con la organización.
¿Qué políticas sociales son las que más valoran?
Según una investigación realizada por la UOC. “Entre ellas podemos destacar el equipamiento del comedor (90,84%), los días festivos específicos UOC (90,38%), los días por compensación de calendario laboral (86,59%), el Servicio Médico y las actividades complementarias de salud laboral, como yoga, pilates, etc. (85,86%) y las ayudas a la formación para el crecimiento personal no vinculadas al puesto de trabajo (85,31%).
Hacia una nueva realidad para las organizaciones
Mucho se ha escrito sobre que la crisis del Covid19 va a cambiar las reglas del mercado, los hábitos del consumidor, la manera de trabajar,… y que la incertidumbre es máxima. Pero en medio de tantas preguntas sin respuesta, hay una certeza absoluta; las empresas que sobrevivan y crezcan serán aquellas que tengan muy claro su por qué, que sepan transmitir su misión y valores tanto a su trabajadores como a sus clientes, que consigan conectar emocionalmente con las personas y para ello se requiere talento y habilidades emocionales.
Como profesional aconsejo a todo directivo que quiera ejercer un liderazgo efectivo que aúne y fomente el talento que:
- Revise y concrete su por qué y sus valores. La cultura organizacional tiene que conocerla y saberla comunicar todos y cada uno de los trabajadores.
- Elabore un buen plan formativo centrado en habilidades de comunicación y emocionales para conseguir empatizar y generar confianza para vincular a los clientes.
- Prime el talento y el salario emocional, un trabajador motivado y comprometido con el proyecto empresarial será capaz de transmitir su entusiasmo al cliente y crearle experiencias únicas.
- Ponga el foco en las personas, convirtiéndose en un líder que sabe escuchar, que es empático, que busca soluciones y se anticipa a las necesidades de las personas con las que trabaja y eso incluye proveedores, colaboradores, equipo y clientes.
- Tenga una visión a largo plazo. Buscar soluciones rápidas para atajar la urgencia económica provocada por el parón económico es como dice el refrán “pan para hoy y hambre para mañana”.
Está claro que las empresas necesitan rentabilidad y resultados pero tienen que dejar de lado la visión cortoplacista si quieren mantenerse punteras en su sector.
Si como directivo no quieres quedarte atrás y apuestas por invertir en el futuro de tu organización, pongo a tu disposición la formación en liderazgo efectivo que imparto en el Coaching Transaccional Institute que dirijo.