Aprender a gestionar el estrés en las distintas áreas de nuestras vidas es vital para sentirnos bien con nosotras mismas pero también para poder conseguir nuestros objetivos profesionales.
El estrés es una de las principales causas de baja laboral, un estudio realizado por Cigna Corporation pone de manifiesto que el 71% de los españoles reconocen tener estrés, un porcentaje muy elevado que nos alerta de la seriedad de esta problemática y de la importancia de tomar medidas y hábitos preventivos que nos ayuden a gestionar el estrés.
¿Por qué el estrés es perjudicial para nuestra salud?
Todos coincidiremos en que padecer estrés no es una sensación agradable, a nadie le gusta sentirse ansioso. Pero tenemos que tomar consciencia de las graves peligros que tiene para nuestra salud tanto física como emocional. No quiero ser alarmista, pero sí que creo que es importante incidir en este aspecto, porque lamentablemente estamos viviendo en una sociedad que de alguna manera ha normalizado el estrés. Asociamos el éxito con una persona activa, productiva y exitosa y éste es un grave error. De hecho, cuando más estresados estamos, más baja nuestra capacidad de concentración y nuestro rendimiento.
Existen distintos tipos de estrés
El estrés es una respuesta fisiológica de nuestro organismo ante una demanda externa. Por tanto, cierto nivel de estrés es necesario para que nos activemos y podamos dar un plus de energía para satisfacer esa demanda, por ejemplo, superar una entrevista de trabajo, realizar un examen, hacer una presentación ante nuevos clientes o correr una maratón. Todas ellas son actividades que nos demandan una mayor atención, concentración y rendimiento que hace que estemos más alertas y con mayor energía. Este estrés al que se denomina eustrés es necesario y es el que nos permite enfrentarnos a situaciones que nos demandan más energía.
Una vez hemos dado repuesta a esa demanda concreta, nuestro organismo vuelve a su estado natural, no provocando ningún desequilibrio orgánico.(proceso de homeostasis).
El problema surge cuando no se da ese proceso de homeostasis y el estrés se mantiene en el tiempo, apareciendo el denominado estrés negativo o distrés.
El distrés provoca, entre otros, los siguientes síntomas:
- Fatiga
- Dolor de cabeza y tensiones musculares
- Insomnio
- Taquicardia
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Problemas de concentración
- Dificultad para la toma de decisiones
- Problemas en las relaciones personales
- Desmotivación
- Pérdida de la capacidad de disfrute
Todos estos problemas pueden acabar provocando graves problemas en nuestra salud tanto física como emocional, llegando a provocar depresiones e incluso el síndrome del bourn out. Asimismo, puede acabar afectando tanto a nuestras relaciones personales como profesionales.
¿Qué origina el estrés?
La misma sociedad en la que vivimos con una alta competitividad, con muchas prisas «todo es para ayer», el alto nivel de exigencia, el tráfico, el ruido,… ya de por si nos generan muchos inputs que nos pueden causar desequilibrios en nuestros estados emocionales que pueden desembocar en estrés. Esa realidad no vamos a poder cambiarla, pero si que podemos aprender a interpretarla y a gestionarla de otra manera.
Las mujeres somos más susceptibles de padecer estrés por la doble jornada laboral a la que nos vemos sometidas: la dificultad para conciliar vida familiar, personal y laboral es para nosotras un importante factor de riesgo que afecta a nuestra salud.
En este sentido, podemos identificar una serie de factores estresores que tenemos que conocer para poder gestionar nuestros niveles de estrés. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
- Factores ambientales: desorden, tráfico, ruido,…
- Hábitos: falta de descanso, vida sedentaria, mala alimentación, posturas corporales incorrectas,…
- Factores personales: exceso de perfeccionismo, no saber desconectar, no saber decir que NO ni delegar, querer tenerlo todo bajo control, anticiparse, pensamiento crítico y negativo,…
- Factores del entorno; mal ambiente en el trabajo, mobbing, problemas con la pareja o familiares, falta de relaciones sociales y actividades de ocio,…
Tips para gestionar el estrés
La clave para un adecuado manejo del estrés estriba en el autoconocimiento y la gestión emocional
- Identificar tus factores estresores: Saber qué situaciones te originan estrés, es el primer paso para poder ponerle freno.
- Aprender a reconocer y gestionar tus emociones te ayudará a dar una respuesta más proporcionada y adecuada a los estímulos y demandas externas.
- Relativizar las experiencias que vives para no tomarte las cosas a nivel personal y bajar tus niveles de perfeccionismo y de control.
- No preocuparte antes de tiempo ni anticiparte porque normalmente las cosas no suceden cómo lo habías imaginado.
- Aprender técnicas de respiración consciente y de relajación
- Priorizar las actividades a realizar
- Aprender a decir que NO y a delegar
- Dormir las horas necesarias y realizar pequeños descansos entre actividad y actividad
- Llevar una dieta equilibrada
- Practicar ejercicio a diario
- Dedicar tiempo a tus aficiones
- Cuidar las relaciones personales y dedicarle tiempo de calidad a tu pareja,
- familia y amigos
- El contacto con la naturaleza
- Dedicarte tiempo a ti misma
- Practicar la meditación para aprender a aquietar la mente y a conectar contigo misma
Aprender a gestionar tu estrés no sólo te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y a tener una mejor calidad de vida, sino que también te permitirá ser más productiva, tomar mejores decisiones y gestionar los desafíos y retos de tu día a día desde la serenidad.
Espero que estos tips los incorpores en tu día a día y que te sean de utilidad. También te invito a la formación online para liberarte del estrés de manera definitiva que puedes realizar a tu ritmo y con un seguimiento y asesorías personalizadas que te entrenarán en habilidades y recursos para que el estrés negativo ya no forme parte de tu vida.
Y si tienes alguna duda, puedes contactar conmigo. Estaré encantada de atenderte.