Los conflictos son el principal quebradero de cabeza de los directivos y gran parte de ellos tienen su origen en una mala comunicación
¿Cuántos conflictos empiezan por malentendidos, por medias verdades o porque no nos hemos sabido expresar bien?
Y es que la comunicación es básica para el buen funcionamiento de las relaciones personales y las empresas no van a ser una excepción. Pasamos muchas horas en el trabajo, hablando con nuestros compañeros, superiores, clientes y proveedores y cualquier roce, cualquier palabra mal comunicada o mal recibida puede dar pie a un conflicto.
Comunicar es todo un arte que incluye dos facetas que no podemos olvidar: transmitir nuestro mensaje de manera clara y practicar la escucha activa
¿Por qué se generan los conflictos?
Como he comentado anteriormente, en más de un 60% de los casos se deben a una mala o ineficaz comunicación.
Muchas personas creen que hablar y comunicar son sinónimos cuando en realidad no es así. Todos sabemos hablar, pero no todos necesariamente sabemos comunicar y transmitir de manera adecuada nuestro mensaje.
Precisamente, el experto en oratoria, Norberto Malatesta al referirse a la comunicación efectiva en su artículo ¿Saber hablar, es saber comunicar? nos explica: «es importante destacar que consiste en utilizar correctamente el lenguaje verbal y no verbal para expresar tus ideas, de forma que logres conectar con la audiencia para que reciban exactamente lo que quieres transmitirles. En definitiva, se trata de comunicar de forma eficiente el mensaje apropiado en el momento oportuno» y sigue: «Comunicar no es sólo hablar, también es escuchar, preguntar, conversar y entender».
A lo largo de mi trayectoria profesional como coach he asistido a varias reuniones de trabajo que parecían auténticos «diálogos para sordos» en los que todo el mundo hablaba, intentando imponer su opinión y rebatiendo la de los demás sin apenas escuchar sus argumentos.
En situaciones como la descrita es lógico que surjan los conflictos porque no se está manteniendo una comunicación asertiva y eficiente
¿Cómo prevenir los conflictos a través de la comunicación?
En primer lugar, antes de hablar tienes que tener muy claro el mensaje que quieres transmitir y hacerlo de manera ordenada y educada, asegurándote de que las otras personas te entienden. Para ello puedes estar pendiente de su lenguaje no verbal ¿su rostro expresa duda? ¿se están aburriendo? ¿se han sentido mal por algo que haya podido decir? y también es muy útil buscar su feedback a través de preguntas ¿se ha entendido bien lo que he querido transmitir? ¿tenéis alguna duda? ¿qué os parece a vosotros?
En segundo lugar, tienes que mostrarte auténtico y sincero, para ello expondrás tus argumentos con naturalidad, de manera honesta, sin utilizar dobles intenciones, medias verdades o chantajes emocionales. Si hay algún aspecto que no te satisface, lo expondrás de manera asertiva en la reunión, explicando el por qué y cómo te hace sentir.
En tercer lugar, practicar la escucha activa, eso significa escuchar de verdad y con auténtico interés los argumentos de los demás, sin prejuicios, sin juzgarlos de antemano y evitando estar pensando en lo que vas a decir a continuación, cómo los vas a rebatir o, lo que todavía es peor, pensando en tus cosas.
En cuarto lugar, tienes que reconocer y legitimar los argumentos y necesidades de los demás aunque no estés de acuerdo con ellos. Porque una cosa es no compartir sus ideas u opiniones y otra muy distintas desvalorizarlas. Para ello tienes que tener una mentalidad abierta y aceptar que pueden haber distintos puntos de vista y maneras de interpretar la realidad. No siempre puedes pretender tener la razón ni imponer tus pensamientos. Es mejor negociar y acercar posturas para evitar los conflictos o conseguir llegar a acuerdos por el bien común de la empresa
Y, por último, pero no por ello menos importante, no puedes dejar que los malentendidos o los pequeños desacuerdos queden «en el aire» por que, en un momento de tensión, pueden ser el detonante de que estalle un conflicto. Por lo tanto, asegúrate de que no queda ningún tema pendiente, de que se ha hablado todo lo que se tenía que hablar y que todas las partes están satisfechas.
Si pones en práctica estos consejos, lograrás una comunicación eficiente que hará que todos se sientan comprendidos y escuchados, de esta manera evitarás posibles conflictos y mejorarás el clima laboral porque las personas sentirán que pueden confiar en el viejo dicho de «hablando se solucionan las cosas».